26/3/10

LAS COSAS ESTÁ CAMBIANDO (II)

De los aspectos que recoge un plan de parto uno de los más decisivos es la decisión de emplear analgésicos para el dolor, en concreto la anestesia epidural. Si finalmente decido tener un parto vertical no podré hacer uso de la epidural, aunque intentaré ser lo suficientemente honesta conmigo misma y no emplearla en ningún caso. Sin embargo no voy a argumentar en contra ni a favor, porque he descubierto que hiero muchas sensibilidades, como cuando argumento a favor de la lactancia materna.

La razón por la que se hieren sensibilidades viene dada por la creencia de que se acusa a la madre que ha usado epidural de algo, cuando realmente no es así. Lo que hay que entender es que la epidural no tiene otro beneficio que el de evitar el dolor de la madre, mientras que tiene desventajas clarísimas: ralentiza el expulsivo, perjudica la calidad del pujo e impide adoptar una postura alternativa a la horizontal. Obviamente con esto no quiero decir que sean impedimentos tan graves que perjudiquen al bebé (la mayoría de las veces, al menos), ni me refiero a esta decisión como un acto de cobardía. De hecho, mi decisión la tomo en abstracto, sin haber parido nunca, con lo cual puedo verme tentada de revocarla en el momento clave si veo que no aguanto el dolor. Aunque espero que no sea así, la verdad es que me cuesta encontrar posturas afines, a pesar de que he tenido la suerte de dar con mujeres que han dado a luz de manera natural, lo que agradezco infinitamente.

Epidural aparte, el otro tema es la lactancia, del que ya he comentado. Este tema también duele algunas veces, sobre todo cuando digo que se puede amamantar con mastitis, que prácticamente ninguna madre carece de suficiente leche para su bebé y, en fin, que no hay prácticamente ningún impedimento para dar de mamar. Parece que estoy diciendo que la madre que no amamanta es porque no quiere, que las hay y tan respetables como cualquiera, cuando lo que afirmo es que no han tenido la información adecuada, además de que tenemos el handicap de vivir en una sociedad que no promueve excesivamente la lactancia materna. Yo tengo mi propio truquillo: olvidarme de que existe la leche artificial, como si vivera en un país donde no existiera alternativa al pecho. Esto ocurre y ha ocurrido, y nunca, ni en casos de desnutrición de la madre, ha pasado que ésta no disponga de leche para su bebé. La verdad es que, aunque las cosas están cambiando, todavía oigo más frases diciéndome que me voy a cansar que alentándome.

Por último están los pañales reutilizables. Otro tema espinoso. Lo único que voy a decir al respecto es que pienso probarlos (ya tengo dos en casa) y si realmente funcionan- no tengo en mi entorno a nadie que los haya usado- los pienso usar, a pesar de que también parecen estar muy mal vistos, por eso de lavarlos continuamente, por razones ecológicas, de salud y económicas. Ya comentaré cómo me han ido, y así los recomendaré con argumentos basados en la experiencia.

LAS COSAS ESTÁN CAMBIANDO (I)

Aquí estoy, preparando mi plan de parto. En la página de la Asociación Andaluza de Matronas ofrecen una descarga del plan de parto "oficial" del Servicio Andaluz de Salud, en formato Pdf. El plan de parto es una declaración de la madre en la que expresa por escrito cuál es su voluntad en cada uno de los aspectos del parto, dejando claro que en caso de necesidad se procederá de acuerdo con el protocolo médico previsto para tal fin.

Leyéndolo me siento mucho más tranquila, aunque ya sabía que en esta comunidad tenemos un servicio sanitario muy avanzado y humanizado, porque sé que dan por hecho muchas de las reivindicaciones que se vienen haciendo desde tiempo atrás:

La OMS y el Parlamento Europeo, con sus recomendaciones y cartas de derechos respectivamente, han abierto el camino de muchas voces que pedían un parto mucho más humanizadoy natural. Ahora se sabe que la oxitocina, la amniorrexis, la episiotomia preventiva, la monitorización o recostar a la madre durante la dilatación son prácticas contraproducentes si no hay una razón médica justificable.

Otra novedad es el parto vertical. Según tiene planificado el Servicio Andaluz de Salud, desde este año todas las maternidades de la comunidad estarán preparadas para asistir un parto vertical, si así lo solicita la madre, incluída la silla de parto pertinente. En algunos centros, además, se dispondrá de una bañera para la dilatación. La OMS no se posiciona claramente, pero desde 1985 viene recomendando que la fase de dilatación se haga de pie y que durante la fase de expulsivo (cuando sale el bebé) la madre decida libremente la posición que quiere adoptar, lo que está muy lejos de la práctica habitual en los hospitales, en los que se colocaba a la madre directamente en posición horizontal o semisentada para facilitar la labor del profesional (cosa que me parece lamentable, ya que en este caso la madre no es un sujeto pasivo sino activo en la labor, de hecho es el sujeto protagonista junto con el bebé).

Podría extenderme en este aspecto, pero recomiendo que se lean los enlaces que adjunto, porque son muy claros y directos, y un gran consuelo para la futura madre, aunque sé muy bien que hasta que una no decide serlo estos temas interesan poco o nada.

De todos los temas que abarca el plan de parto el que más me interesa es el momento en que el bebé ha visto la luz, porque ahora se le reconoce el derecho de tener contacto directo con la madre y el padre desde el mismo momento del nacimiento, de manera que las revisiones y las primeras vacunas quedan relegadas a un segundo plano en favor de esos primeros momentos fundamentales.

Aquí tengo que decir que debo hacer sana crítica a un libro que adquirí al principio del embarazo: "Nueve meses de espera: la guía definitiva del embarazo, parto y postparto", de Josefina Ruiz Vega. En esta obra la ginecóloga defiende la presencia del ginecólogo en el parto, es partidaria del parto horizontal, benévola con la administración de oxitocina y con la episiotomía preventiva y se burla abiértamente de la teoría del contacto piel con piel en los primeros momentos de vida del bebé, a pesar de que en sí misma es una medida sensata recomendada, además, por la OMS. Pero también dejo la reseña porque me parece justo que se puedan comparar argumentos, aunque es obvio que no estoy siendo imparcial, en parte porque ya he leído las dos versiones.

9/3/10

La lista de la rebelión

http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/millar/webs/autoinculpan/ofrecer/descargas/autorizadas/elpepucul/20100309elpeputec_5/Tes


LalistadeSinde.net, otro ejemplo más del poder que la tecnología digital da a los ciudadanos, es una acción de desobediencia en red. Esta campaña facilita a quién lo quiera instalar en su página un banner-buscador de descargas o, como ellos lo definen, "un código que puedes cortar y pegar en tu web y que te mete automáticamente a formar parte de estas webs censurables". Lo llaman "elemento autoinculpatorio". Y explican: "Si en el punto de mira del Gobierno hay unas 200 webs de enlaces, nuestro objetivo es responder con un listado de otras 2.000, 20.000, 200.000 páginas que integren buscadores de enlaces. Si el Gobierno quiere terminar con los derechos fundamentales, tendrá que terminar con todas nosotras".

Lalistadesinde.net también recogerá el listado de páginas que se suman a la campaña autoinculpándose "en el ejercicio del derecho a intercambiar cultura libremente". La lista será entregada a la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información del Ministerio de Industria, al Ministerio de Cultura y a otros órganos públicos.

La campaña se completará con un mailing masivos a todo tipo de sitios, periódicos, blogs y redes sociales, con el objetivo de darle la mayor difusión. Su nombre alude tanto a la película de Steven Spielberg La Lista de Schlinder como a los 14 blogueros, periodistas, profesores y empresarios de Internet que redactaron el manifiesto En defensa de los derechos fundamentales de Internet, que se difundió poco después de destaparse el polémico proyecto antidescargas en una de las múltiples disposiciones adicionales de la ley de economía sostenible.
(Extraido de http://www.elpais.com/articulo/tecnologia/Campana/desobediencia/Internet/ley/antidescargas/elpepucul/20091217elpeputec_7/Tes)

Yo me pienso unir

7/3/10

MANUAL PARA SER MADRE II

El otro día Refor me regaló un libro que me interesaba leer (aunque él también se lo leerá, como ya ha hecho con los demás). Se llama Lactancia natural, de Hannah Lothrop, publicado por ediciones Medici.

Como su título indica, la autora aboga por una lactancia despreocupada y natural, si por natural entendemos dar el pecho al niño. Cuenta su experiencia con sus hijos y las trabas que le impusieron con el segundo, allá por los años setenta. Después de aquello decidió dedicarse a investigar los beneficios de la lactancia natural y cómo influye el entorno a la hora del fracaso de muchas mujeres a la hora de amamantar con éxito.

Según su teoría, la técnica de amamantar se aprender del entorno y su continuación y grado de compromiso se ven, en cierto modo, condicionados por el entorno, el cual al parecer no nos es favorable en algunos paises occidentales. Vamos, que nuestras madres, matrones, pediatras y enfermeros han puesto en duda nuestra capacidad de dar el pecho, bien con consejos equivocados, bien desanimando a la lactancia misma, bien poniendo en duda que nuestro pecho dé la cantidad suficicente de alimento al bebé.

Estoy de acuerdo. En mi entorno oigo continuamente "no tuvo suficiente leche", "el niño rechazaba el pecho", "su pecho no le alimentaba lo suficiente", etc. Y muchas veces esos comentarios han estado amparados por pediatras y matrones, que como veían que el bebé no cogía el peso previsto animaban a la madre a darle el biberón alegando argumentos de esas características. También he oído decir que dar el pecho es muy sacrificado.

Que conste que entiendo la decisión de una madre de dar el biberón a su bebé, y no admito que se le tilde de mala madre por ello, pero no con esos argumentos. Esos argumentos son una soberana tontería: todas las madres tienen leche suficiente para sus bebés. A unas les cuesta más y a otras menos, y no todas reciben el ánimo o los consejos adecuados para no desesperar, por lo que no sólo desisten, sino que encima se sienten culpables por ello, cuando nadie les ha dicho que a sus pechos no les ocurre nada.

Afortunadamente esta postura está cambiando, sobre todo en Andalucía, donde los matrones ya están formados para asistir un parto más natural y aconsejar adecuadamente en las primeras horas de lactancia, que son fundamentales.

Ahora, eso sí, no estoy de acuerdo con algunas posturas de la autora del libro, que me parece un poco radical en algunas ocasiones. Por ejemplo, afirma que la lactancia es un proceso natural que se debe administrar a demanda del bebé y, sin embargo, se embarulla en una serie de consejos enrevesados y estresantes para el comienzo de la lactancia y, además, hace hincapié en demasiadas dificultades que pueden surgir y que, a mi parecer, no hacen sino darte más inseguridad.

Yo, como siempre, me quedaré con lo positivo que me da este libro: mucha energía, ánimos y argumentos para darle el pecho a Victor. Sin agobios y sin mucha más historia.

2/3/10

COCINA SLOW

Atentos a este vídeo, porque no tiene desperdicio.
Personalmente creo que Jamie Oliver es el cocinero que casa mejor con la filosofía slow. No hay más que verlo cocinar... Y hablar
Gracias al nano



Estos consejos sí que me gustan